Saltar al contenido

Cómo cambiar al bebé: los pasos correctos

En los primeros meses de vida, cambiarás a tu bebé entre 6 y 10 veces al día. Con esta cantidad de entrenamiento, pronto te convertirás en una experta/o en la materia. Pero cuando estás empezando, cambiar a un bebé puede parecer complicado, sobre todo si eres primerizo. Aquí tienes algunos consejos de profesionales de la salud que te ayudarán a superar tus dudas y vacilaciones.

¿Cuándo hay que cambiar al bebé?

Cuando el bebé llora, puede ser señal de que hay que cambiarlo. Pero no todos los bebés lloran cuando su pañal está sucio. Lo mejor es revisar el pañal del bebé con regularidad, para evitar el contacto prolongado con la orina o las heces, que es la principal causa de la dermatitis del pañal. ¿Hay que cambiar al bebé antes o después de comer? Es una pregunta importante, pero no hay reglas. Todo depende de tu hijo. Observando sus hábitos, podrás determinar cuál es el mejor momento para cambiarle el pañal. Lo principal es recordar que debe cambiarse inmediatamente si hay heces.

Cambiar el pañal del bebé: estar bien preparado

Antes de cambiar al bebé, empieza por lavarte bien las manos para evitar la propagación de gérmenes. Las caídas desde el cambiador son uno de los accidentes más frecuentes en el hogar. Para evitarlas, debes tener siempre una mano encima de tu hijo. Esto significa que, antes de empezar a cambiar a tu hijo, asegúrate de que tienes a mano todo lo que necesitas: algodón, toallas, artículos de aseo, un pañal limpio, etc.

Si, a pesar de todo, has olvidado algo cuando ya has empezado a cambiar a tu hijo, ponlo siempre en un lugar seguro (en su cuna, por ejemplo) antes de ir a buscar lo que falta. Los bebés suelen ensuciarse los pañales durante el cambio. Para evitarlo, conviene colocar una toalla sobre el cambiador.

¿Cómo debo limpiar a mi bebé durante el cambio de pañales?

Después de acostar al bebé en el cambiador comprueba si hay heces, límpialas con la parte limpia del pañal. Para limitar el riesgo de irritación e infección, limpia siempre a tu hijo empezando por los genitales y siguiendo hacia el culito. Limpia con agua y jabón, un gel limpiador para bebés o un syndet sin jabón, siempre en la misma dirección.

Basta con lavar con agua si no hay materia fecal en el pañal. Si utilizas una toallita, cámbiala cada vez. No olvides limpiar los pliegues de la piel, sobre todo si tu hijo es gordito. Seca suavemente a tu bebé con una toalla limpia y suave, sin olvidar los pliegues de la piel. Para evitar la inflamación de la piel, es aconsejable dejar que el culito de tu bebé se seque al aire libre durante unos minutos lo antes posible.